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| 2011, C.G acrílic |
Creo que trataré y homenajearé al gran Paco cuando sea el momento propicio para desarrollar un hipotético diálogo.
Murió Tàpies, i con él un hombre que con sus pensamientos y actos me enseñó ciertas cosas, que uso, que aplico, y ya podría decir que forman parte de mí.
Recuerdo, y hoy me he cruzado con él, que comencé un retrato de Antoni Tàpies al día siguiente de morir, fue un esbozo de carácter realista pero ejecutado con cierta familiaridad, aunque nunca lo retraté, el esbozo a carbón quedó en eso, en un esbozo que espera ser retomado, aunque hoy, buscando papel en blanco me topé con él, y es posible que quede así, en esbozo, con sus gafas que no son capaces de restar nada a esos grandes ojos, lo llamaron el anti-Modigliani... Y su mentón marcado y esas cejas espesas.
No para de morir gente. La noticia de unos ocupa espacios reducidos, la de éstos que ahora trataba, reciben grandes homenajes, y la gran mayoría queda enterada de su pérdida y del rendido homenaje social que reciben. ¿Os imagináis colas para rendir un último homenaje a vuestro cuerpo ya sin vida?
Lo que me ocupa ahora la mayor parte de tiempo nada tiene que ver con el arte, ni con la pintura mía, para ser más precisos. Pienso y trabajo en otras cosas, las cuales son nuevas para mí y que me conducen a una nueva aventura. Una que requerirá esfuerzo y energía.
Mi pintura, mis cosas que hago, deben estar libres de obligaciones de rentabilidad, o sea, fuera del mercado.
Con esto no pretendo decir que deberían, o tuvieran calidad para estarlo. Simplemente que han de ser libres, al menos de momento y en el sentido explicado.
Por lo que, el sustento para vivir, debe llegar de otra forma, y ésta ha de ser afín a nuestra forma de entender y sentir las cosas, y ahora hablaba en plural porque forma parte de un proyecto que será familiar.
Un proyecto que aunque necesite de grandes esfuerzos, éstos han de estar pensados para que, en un futuro, generen tiempo para el estudio, la participación, prácticas, y el descanso.
