viernes, 24 de mayo de 2013

Ser único tampoco es para tanto. L'Hospitalet,Barcelona,Vdm,Lleida.

C.G Acríl·lic sobre tela, 2007.
Ai que desgracia, no sé que pasa. No sé ni entiendo nada, les miro, incluso les escucho pero apenas aguanto un rato, me distraigo, me voy a las nubes, tendría que cambiar el color del fondo, darle más profundidad y incluso intentaría que el amarillo que queda, el que he salvado, pueda recibir algunos trazos que lo hagan entrar en movimiento, ha de ser un movimiento torpe y alejado de la destreza.

No está acabado, nada lo está, y lo mio menos. Pero lleva muchas horas, eso es cierto y, hasta última hora, no me vino la sensación de cambiar el fondo. El pensamiento o el sentir que ese fondo se tenía que cambiar, es una de esas cosas  que a uno le llegan y, hasta que no le llegan, queda paralizado, o peor aún, asestando golpes con ojos vendados. A uno le llega como llega esa cosa llamada ritmo, que le hace mover la pierna y la cabeza, que lo levanta de la silla y le hace dar durante un rato, convencido de que va por buen camino, de estar acertado.

Muchas horas en un espacio pequeño, tantos pinceles diferentes y he pintado todo el cuadro con tan solo dos. Necesitaba un color para el fondo que ya estaba pintado, me vino a la cabeza y cogí y lo hice. Salió tal como lo había imaginado. Nunca he tomado notas de mi proceso de trabajo, por ejemplo, jamás apunté las proporciones de color para crear uno, siempre lo he hecho de cabeza, llego a él. A veces me equivoco debido a este proceso de no proceso.

He de contar las caras, para hacerlo y no perderme en la cuenta he pensado en hacer una foto y tachar las contadas. Creo que son cerca de cien. Ninguna es igual y mirarlo crea cierto nerviosismo visual. Una vez lo dé por acabado, tengo pensado, o mejor sería decir, que tengo ganas de meterme en unos retratos, tambien había pensado hacer una serie de pinturas que se asemejaran a un bestiário. Creo que empezaré con los retratos, aunque no tengo un espejo para empezar conmigo mísmo. He de conseguir un espejo ligero y meterme de lleno en ello.

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